El arte del Macramé es una técnica milenaria que nace con la civilización humana, en épocas primitivas las prendas para protegerse se hacían anudando cueros. Este simple acto nos remonta a la utilización de las manos como primera herramienta. Surge como evolución natural de los nudos básicos para componer labores decorativas de mayor fantasía. Tuvo su origen en Oriente, los pueblos de Mesopotamia lo utilizaron con gran maestría (persas y asirios), en especial en los árabes que adquirieron mayor desarrollo y destreza artística del Macramé en el siglo VIII. En la antigua Turquía, los tejedores solían adornar los bordes de las toallas con tiras de flecos anudados.
Después de un corto declive de popularidad, el Macramé ha experimentado un resurgimiento en los alrededores de las últimas décadas. En la actualidad España ha sido pionera en esta técnica y cuenta con cantidad de artistas de primera fila. Con el creciente interés por todo lo relativo a las etnias y el conocimiento generalizado de hilaturas y texturas, la artesanía esta adquiriendo un aspecto ligeramente diferente.
El uso de los flecos elaborados en Macramé se remonta al siglo XIII en Arabia y se propago rápidamente desde el Medio Oriente por toda Europa mediterránea hasta España, donde gozo de popularidad en los siglos XV, XVI, y XVIII a la llegada de los moros por Italia con el regreso de los cruzados y de forma similar por toda Europa.
Y aunque parece una técnica diseñada para mujeres, su vigencia se la debemos a los marineros británicos que se encargaron de elaborar hermosas manualidades como cinturones, hamacas y fundas de botellas, para pasar el tiempo en sus largos viajes, después comenzaron a elaborar artículos exóticos que intercambiaron por todo el mundo propagando esta novedosa modalidad de tejido
A finales del siglo XIX comenzaron a exportarse artículos de Macramé especialmente desde la rirviera italiana, en los alrededores de Génova con destino a Sudamérica y California. La técnica no era desconocida en América, por que los españoles ya la habían introducido en México y los indios de las costas orientales de Canadá la habían aprendido indudablemente de los navegantes franceses.
Los modernos expertos en Macramé no llegan a tales extremos de trabajar con las hilaturas finas de la antigüedad, pero en la actualidad, como siempre sus posibilidades son inacabables con vivos colores y a veces cuerdas muy gruesas, sin embargo, las técnicas básicas siguen siendo las tradicionales sencillas de aprender para el principiante y llena de posibilidades para adquirir mayor experiencia como artesano y llevar a la practica todas sus ideas, elaborando cortinajes hechos con grueso cordón, vestidos, chalinas, estolas, bolsos, cinturones, etc.